Sunday, October 2, 2011

LA HISTORIA QUE NADIE QUIERE CONTAR

Las autoridades de salud dicen que el brote de diarrea que afecta las comunidades de la zona montañosa de Padre Las Casas está controlado, pero ayer un hombre solo, llamado Leónides Soto, atravesó la cordillera Central y cruzó dos ríos con su hijo de cinco años en brazos, para llevarlo al hospital de Padre Las Casas a salvarle la vida.

Ese trayecto tiene unos quince kilómetros. El los caminó todos, a pie y con el hijo en brazos. Él niño iba desmayado, deshidratado, unas seis horas caminando, de once de la noche a cinco de la mañana. La noche de los tiempos tiene el signo de las soledades, pero ayer él era la soledad de los caminos.

Él pensaba que se le iba a morir en los brazos, y lo abrazaba fuerte para que no se le fuera. El niño no sabía nada porque estaba desmayado, deshidratado. Pero Leónides si sabía, y por eso iba llorando por todo el camino.

Mientras bajaba y lloraba, el niño, que lleva su mismo nombre, iba expulsando todo el líquido del cuerpo, defecaba sin control y vomitaba, y ambos terminaron bañados en materia fecal y vómitos de pies a cabeza. Y él lo abrazaba con amor, lo abrazaba fuerte para que no se le fuera. Nunca dejó de abrazarlo. Cuando llegó a Padre Las Casas y entró al hospital municipal, llorando y desesperado, todo el mundo se puso a llorar ante el sacrificio de este hombre que hizo un viacrucis de seis horas para salvar la vida de su hijo.



                                                                                                                       POR: VIANCO MARTINEZ

EMISORA ONLINE

ABRAZANDO RADIO  LA FUNDACION ABRAZANDO LA NIÑEZ COMO PARTE DE SU MISION EN LLEVAR UN MENSAJE DE ORIENTACION A LA COMUNIDAD DESARROLLA ...